El hogar es el pilar donde se forma la personalidad de los hijos, y como tal, se merece toda la atención y el respeto posible de los padres. Es la institución que provee una educación moral a los hijos, que se genera por las buenas relaciones que deben existir entre estos y sus padres, porque ellos captan nuestros comportamientos.
Educar es una de las tareas más difíciles a las que nos enfrentamos los padres. Aunque no existen fórmulas mágicas, es posible lograr el reto.
La sociedad ha pasado del autoritarismo de antaño a una permisividad extrema con los jóvenes. Esto puede desencadenar luchas de poder entre padres e hijos.
Todos los conflictos se pueden evitar dedicando tiempo a la orientación adecuada a temprana edad. Los niños son por naturaleza egocéntricos, y nuestra labor como padres es mostrarles el valor de las cosas y enseñarles el respeto por los demás.
Quiero darles algunos tips: Enseña a tu hijo a ser respetuoso y agradecido. Recuerda que eres padre, no el mejor amigo. Evita darle a tus hijos todo lo que quieran. Asigna responsabilidades. Que agradezca cada día. Enséñale a ser buen lector. Comparte actividades interesantes con él.
¿Qué tipo de hombres y mujeres queremos formar para el futuro?
Muchos papás esta semana acudimos a llevar a nuestros hijos a su primer día de clases, pero ¿qué pasa después de ese día? Nos desconectamos, pagamos profesores para que cumplan ese rol de padres que muchos no hacemos por falta de tiempo o de interés.
En Panamá han aumentado los embarazos en menores, porque los padres no asumen su rol de agente socializador.
El 50 % de las niñas en San Miguelito tiene papiloma humano. Una enfermedad que solo se contagia por transmisión sexual.
Los hijos contestan, gritan, para mí irrespetando a los padres, son pocos los hijos que respetan a sus padres.
Retomemos el modelo de crianza de nuestros abuelos. No permitamos el triunfo a la modernidad.
Esta reflexión debe llevarnos a la acción, aprovechar cada oportunidad para que el tiempo que pasamos con los hijos sea de calidad. Ellos copian las buenas relaciones entre padres e hijos y esto contribuye a la formación de valores. Y esto garantiza el éxito en los estudios de nuestros hijos.
Por: Susan Elízabeth Castillo