Hace muchos años que los ‘influencers’ han logrado ingresar a la fila de coadjutores (colaboradores) de las distintas empresas y han servido para promover su marca a nivel local e internacional, dependiendo del producto o servicio.
Esta relación contractual entre la empresa y una celebridad se inicia con el intercambio de servicios de imagen por parte del ‘influencer’, en la cual la celebridad permite ser fotografiada o bien relacionada con la utilización de productos o servicios de una marca específica a cambio de las regalías que le brindaría la compañía.
La popularidad de los famosos hizo a muchas empresas incrementar sus ventas por la publicidad que se le dio a los productos.
Los ‘influencers’ al ver la gran acogida que tuvieron las marcas, comenzaron a exigir contratos que incluían pagos monetarios y en otros casos regalías de productos. Posterior a esto, el impacto de las redes sociales (Instagram, YouTube, Twitter, Tik Tok, Facebook, WhatsApp, etcétera) y los blogs fueron la catapulta que lanzó a otras personas con popularidad a convertirse en influencers, entre estos podemos mencionar a DJ de emisoras, periodistas, Chefs, entrenadores de deportistas, etcétera.
Dentro de los medios publicitarios existen varias categorías de ‘influencer’ según el número de fanáticos, que van desde 1,000 hasta 10,000, 000 o más, catalogados en diferentes niveles: nano, micro, medio, macro top, cada una de las redes sociales establece un rango de seguidores; por ello, es difícil dar un número exacto.
Los ‘influencers’, ofrecen a las empresas como estrategia de marketing para dar a conocer su marca, por medio de la creación de videos resaltando el producto o bien, regalías de productos por participar en diferentes trivias, utilizando las redes sociales para promover los bienes y servicios y la preparación de blogs que sirvan para exaltar su nombre.
La sola idea de hacer uso de un ‘influencer’ nos lleva a las siguientes preguntas, ¿Cómo escogerlo?, ¿Qué características debe poseer?, ¿Cómo sería la forma de promover el producto?, ¿Qué tan efectiva sería su exhortación de la marca?, ¿Qué tan oneroso podría ser el costo?, ¿Cuál sería el ‘influencer’ más apropiado para llevar la campaña? Estos son cuestionamientos necesarios que de no tomarse la decisión adecuada se convertirá en un infortunio, que acabaría con el impulso de llevar a cabo el negocio.
Esta es una estrategia nueva, que llegó para quedarse, parece mentira, una empresa que comenzó proyectando su imagen con ayuda de una personalidad popular en los medios y que este último, haya llegado a tomar tanta relevancia, hasta el punto de que su actuación que realizaba sin obtener honorarios profesionales, hoy día se convierte en otra fuente de ingresos adicionales para él, debido a la gran popularidad que ha generado la asociación al negocio.
En conclusión, el ‘influencer’ ha impulsado el desarrollo y notoriedad de las empresas resaltando su imagen corporativa con el objeto de generar ventas.
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