La NBA se transforma con el inesperado traspaso de Klay Thompson a los Dallas Mavericks, cerrando así su capítulo dorado con los Golden State Warriors. Después de 13 temporadas y cuatro campeonatos, Thompson decide unirse a Luka Doncic y Kyrie Irving en un intento por llevar a los Mavericks al siguiente nivel.
La oferta de renovación de los Warriors, de dos años y 48 millones de dólares, no fue suficiente para retener al icónico escolta. Thompson, quien firmó un contrato de tres años y 50 millones de dólares con Dallas, busca un nuevo desafío y una oportunidad para brillar junto a los talentosos bases de los Mavericks. Este movimiento es parte de un intercambio a tres bandas que incluye el traspaso de Josh Green a los Charlotte Hornets, mientras que los Warriors obtienen una excepción financiera y dos selecciones de segunda ronda.
El impacto de Klay en Golden State es innegable. Promedió 19.6 puntos, 3.5 rebotes y 2.3 asistencias por partido a lo largo de su carrera con los Warriors. A pesar de una ligera disminución en sus estadísticas la temporada pasada, sigue siendo una amenaza en la línea de tres puntos, con un acierto del 38.7%.
El entrenador de los Warriors, Steve Kerr, expresó su deseo de retener a Thompson, subrayando su importancia tanto dentro como fuera de la cancha. Sin embargo, las complicaciones contractuales y emocionales llevaron a una difícil decisión para ambas partes.
Este traspaso redefine la carrera de Thompson y promete revitalizar a los Mavericks, que recientemente fueron derrotados en las Finales de la NBA. Mientras Golden State se adapta a la ausencia de uno de sus pilares, Dallas se prepara para aprovechar la experiencia y el talento de Thompson en su búsqueda del campeonato. El legado de Thompson en los Warriors perdurará, pero su futuro en Dallas está lleno de potencial y promesas.