Cuando todo pintaba oscuro y el juego parecía escaparse, los Chicago Bears sacaron orgullo, carácter y un cierre de película. En una noche eléctrica en Soldier Field, Chicago remontó, forzó el tiempo extra y terminó venciendo a los Green Bay Packers en un duelo que parecía perdido, pero que acabó siendo una de las victorias más improbables de la temporada.
UN JUEGO QUE PINTABA PARA DERROTA
Durante tres cuartos, los Bears no encontraban ritmo. Green Bay controlaba el reloj y el marcador, con ventaja de 13-3, mientras Chicago fallaba en ofensiva y dejaba escapar oportunidades. Nada indicaba que el libreto fuera a cambiar, pero el fútbol, cuando quiere, se vuelve impredecible.
EL DESPERTAR EN EL ÚLTIMO CUARTO
Todo cambió en el cuarto período. Chicago armó tres series ofensivas consecutivas que terminaron en puntos: dos goles de campo y un touchdown que encendió al estadio. El momento clave llegó cuando Caleb Williams conectó con el novato Jahdae Walker para el touchdown que empató el juego y mandó el partido a tiempo extra.
Soldier Field explotó tras el touchdown decisivo en tiempo extra.DEFENSA FIRME Y GOLPE FINAL
En la prórroga, la defensa de Chicago también dijo presente. Los Bears frenaron a Green Bay en una jugada clave de cuarta y una cerca del mediocampo. Con el balón de su lado, Williams no perdonó y encontró a DJ Moore para el touchdown definitivo que selló la remontada y desató la locura en Soldier Field.
LOS NÚMEROS DE WILLIAMS
No fue su partido más bonito, pero sí uno de los más valiosos. Caleb Williams terminó con 19 pases completos de 34 intentos, 250 yardas, dos touchdowns y ninguna pérdida de balón, para un rating de 98.9. Cuando más quemaba el balón, respondió como líder.
LO QUE SIGNIFICA
Con esta victoria, los Bears mejoran su marca a 11-4 y amplían su ventaja en la NFC Norte a 1.5 juegos. Más allá de los números, fue un golpe anímico brutal: un equipo que no se rindió, que creyó hasta el final y que dejó claro que está listo para pelear en grande.



