Bajo la lluvia de Tokio, Sydney McLaughlin-Levrone escribió una de las páginas más memorables del atletismo mundial. La estadounidense, de apenas 26 años, corrió los 400 metros planos en 47.78 segundos, borrando un récord que llevaba 42 años en los libros y que parecía intocable.
Ese registro pertenecía a la checoslovaca Jarmila Kratochvilova, quien en 1983, en Helsinki, había dejado 47.99 como la marca a vencer. Pero Sydney, nacida para romper moldes, decidió que era el momento de reescribir la historia.
Watch Sydney McLaughlin-Levrone 🇺🇸 run a blistering 47.78s to win 400m GOLD at the World Championships!🥇
— Track & Field Gazette (@TrackGazette) September 18, 2025
The fastest time in 40 years!!!!!
🥈 Marileidy Paulino 🇩🇴 47.98
🥉 Salwa Eid Naser 🇧🇭 48.19pic.twitter.com/vHyvjsRWGd
La estadounidense, conocida por ser la reina indiscutible de los 400 metros con vallas, donde ya es doble campeona olímpica y campeona mundial, tomó una decisión arriesgada en Tokio: dejar de lado su especialidad para medir fuerzas en los 400 planos. Desde el carril 5, salió como un rayo y jamás soltó la punta. El público, entre gritos y asombro, vio cómo la atleta se metía en la eternidad.
Sydney McLaughlin-Levrone celebra tras romper el récord mundial en Tokio.Con su marca, McLaughlin-Levrone logró el segundo mejor tiempo de todos los tiempos, solo detrás de los 47.60 de la alemana Marita Koch, una carrera manchada por sospechas de dopaje en la Alemania Oriental de los años 80.
En el podio no estuvo sola: la dominicana Marileidy Paulino también hizo historia con un tiempo de 47.96, récord nacional que le dio la medalla de plata. El bronce fue para Salwa Eid Naser, de Bahréin, con 48.19.
Al terminar, Sydney resumió la hazaña con sencillez: “Sabía que podía hacerlo, confié en mi entrenamiento. Es un honor y una sensación increíble”. Y con esas palabras, confirmó que lo suyo ya no son solo las vallas: es la grandeza absoluta en el atletismo.



