Cuando hablamos de Justin Verlander, Max Scherzer y Clayton Kershaw, no solo mencionamos nombres; evocamos una época dorada en el pitcheo de Grandes Ligas. Con nueve premios Cy Young, 28 Juegos de Estrellas y momentos inolvidables en la lomita, estos titanes enfrentan un destino incierto tras un 2024 marcado por lesiones.
Verlander, el mayor del icónico trío, se encuentra en una encrucijada al borde de los 42 años. Su temporada 2024, marcada por lesiones en el hombro y el cuello, limitó al veterano a solo 90.1 innings, muy lejos de las expectativas. Sin embargo, su legado y experiencia lo colocan como un agente libre codiciado, especialmente para un equipo con ambiciones como los Detroit Tigers.
El vínculo de Verlander con los Tigers es innegable. En Detroit, el diestro construyó una carrera legendaria, ganando el premio Novato del Año en 2006, su primer Cy Young y el codiciado MVP en 2011. Ahora, con el equipo enfocado en regresar a la postemporada, Verlander podría ser la pieza clave para aportar liderazgo y mentoría a jóvenes talentos como Tarik Skubal, reciente ganador de la Triple Corona de Pitcheo.
Kershaw, el eterno zurdo de los Dodgers, afronta rehabilitación tras múltiples cirugías. Su devoción por Los Ángeles podría verse retada si las negociaciones contractuales no prosperan. Aunque sus números han bajado, su curva aún promete magia si logra recuperar velocidad en sus lanzamientos.
Scherzer, el gladiador, enfrenta quizás el mayor reto: convencer que aún tiene algo que ofrecer. A sus 40 años, sigue siendo sinónimo de competitividad en el béisbol. Con su mirada intensa y característica heterocromía, ha construido una carrera que lo coloca como uno de los mejores lanzadores de su generación. Sin embargo, los últimos años no han sido amables con su físico. El 2024 no fue la excepción, un desgarro muscular, problemas nerviosos en el brazo y dolencias recurrentes en la espalda limitaron su rendimiento, llevándolo a enfrentar una dura realidad como agente libre. A pesar de todo, Scherzer no está listo para decir adiós. Los rumores apuntan a los St. Louis Cardinals, una franquicia que encajaría con su estilo aguerrido y que busca reforzar su rotación con experiencia. También existe la posibilidad de que los Texas Rangers, equipo con el que compartió sus últimos capítulos, decidan darle una segunda oportunidad para cerrar su carrera en grande.
A pesar de las dudas, la grandeza nunca se extingue. Si la salud y los ajustes técnicos los acompañan, el 2025 podría ser la temporada donde estas leyendas demuestren que su legado aún tiene capítulos por escribir.