En Panamá Oeste, entre canchas de barrio y la ilusión de un balón, nació el sueño de Ian Dwuaneth Flores García, portero que está a punto de cumplir su meta más grande: jugar un Mundial Sub-20 con la selección nacional.
A sus 20 años, Ian ha recorrido un camino marcado por la disciplina y el sacrificio. Su historia comenzó a los 12 años cuando, animado por su hermano, se unió a la escuelita Fantasmita. Desde entonces no se bajó de los guantes y pasó por clubes como Deportivo Oeste y el CAI, hasta llegar al San Francisco FC, donde hoy se consolida como una de las promesas en la portería panameña.
El joven arquero, residente de Cerro Silvestre y estudiante del colegio San José de Malambo, asegura que sus padres han sido el soporte fundamental en cada paso. Admirador de Orlando “Kuty” Mosquera y con Ter Stegen como referente internacional, Ian busca combinar lo mejor de ambos estilos para seguir creciendo bajo los tres palos.
Su mentalidad es clara: nunca rendirse
Ese consejo lo lleva tatuado en el alma, y por eso sabe que estar en un Mundial no es casualidad, sino el resultado de años de esfuerzo. “Cualquier niño sueña con escuchar el himno en un Mundial”, dijo con una sonrisa.
Hoy, mientras entrena con la camiseta nacional, sabe que no solo representa a su familia ni a su barrio, sino a toda Panamá. Y su mensaje es contundente para los más pequeños: disciplina, trabajo fuerte y nunca abandonar los sueños.
El país entero espera con ansias verlo defender la portería en el torneo, demostrando que desde Cerro Silvestre también se pueden alcanzar las cumbres más altas del fútbol.


