Lo que pintaba para cuento de hadas terminó como novela amarga. Lewis Hamilton llegó a Ferrari para buscar su octavo título y cerró el 2025 con el peor año de su carrera en la Fórmula 1: sin podios, sin victorias y con la duda rondando su futuro.
El único podio de Hamilton se desvaneció entre problemas técnicos.Un sueño que se topó con la pared
En febrero, durante la presentación de la F1 en Londres, Hamilton hablaba con brillo en los ojos. Ferrari era el anhelo de su niñez. A punto de cumplir 40, el heptacampeón veía en Maranello la última gran aventura. Diez meses después, el panorama es otro: frustración, desgaste y preguntas incómodas.
Lewis en boxes, frustrado tras otra clasificación fallida.El SF-25 salió torcido desde el arranque
Ferrari apostó fuerte. El auto de 2025 fue casi completamente nuevo: suspensión delantera distinta, cambios aerodinámicos, sidepods retocados. Pero la jugada salió mal. El SF-25 sufrió desde la altura trasera. En China, Hamilton fue descalificado por el desgaste del fondo del auto, apenas un día después de ganar el sprint, su única alegría del año. Para evitar más problemas, subieron la altura y perdieron agarre. Resultado: coche lento, nervioso y sin respuesta.
Hamilton y Ferrari en Maranello, trabajando ya con la mente puesta en 2026.Temporada perdida antes de mitad de camino
En abril, con solo cinco carreras disputadas, Ferrari aceptó lo que nadie quería decir: el año estaba perdido. Frenaron el desarrollo y enfocaron todo en el proyecto 2026. Charles Leclerc sostuvo al equipo con siete podios y una pole, pero Ferrari cerró cuarto en Constructores y, por 17ª temporada, sin victorias. Max Verstappen, solo, sumó más puntos que toda la dupla roja.
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— Hourly Lewis Hamilton (@HourlyLewisH) December 24, 2025
Hamilton contra el muro
Lewis trabajó horas extra, presentó informes técnicos, buscó soluciones. Nada cambió. En el cierre del año quedó eliminado tres veces seguidas en Q1 y, por primera vez en su carrera, terminó sin subirse al podio. En Abu Dabi habló con el corazón en la mano: frustración, cansancio, pero sin rendirse.
El 2026 será la última carta fuerte para Hamilton. Otro año así no cabe en su historia. Ferrari necesita cortar de raíz una sequía que ya pesa demasiado. ¿Responderá la Scuderia? ¿O este sueño rojo terminará quedando en el retrovisor?



