Victor Wembanyama sigue sorprendiendo dentro y fuera de la cancha. En su reciente aparición en el programa “Cold as Balls” con Kevin Hart, el joven fenómeno francés de los San Antonio Spurs reveló una experiencia única, pasó varios días entrenando kung fu en el Templo Shaolin en Dengfeng, China.
No fue un retiro turístico.
Wemby se aisló totalmente del mundo. Entrenó todos los días artes marciales, vivió bajo las estrictas reglas del monasterio vegano, y hasta se rapó la cabeza a petición de los monjes. “Lo hice sin dudarlo”, confesó entre carcajadas.
El francés entrenó kung fu todos los días con los monjes Shaolin en Dengfeng. “Fue extremo, pero lo volvería a hacer”, confesó Wemby entre risas y orgullo.Pero el aislamiento no fue solo físico.
Sin celular, sin carne, y sin los lujos de la NBA, el jugador buscó llevar su cuerpo a nuevos extremos. “Mi meta era someterlo a cosas que no está acostumbrado, ampliar mi rango de movimiento y ganar fuerza”, explicó.
El menú diario incluía calabacín, arroz y fideos. Para alguien que debe mantener 111 kilos de músculo, la comida se quedó corta. “Me escabullía a buscar carne cuando podía”, admitió. No fue fácil, pero el sacrificio valió la pena. Wemby dice que ahora se siente más fuerte y ágil.
“Estoy casi seguro de que ahora soy budista”, bromeó. Pero más allá de las risas, su transformación física y mental habla del compromiso total que tiene con su carrera. A sus 20 años, este tipo de experiencias podrían marcar la diferencia entre un jugador bueno... y una leyenda.
