El Monza inicia una nueva etapa. Este jueves se concretó la venta oficial del club lombardo al grupo estadounidense Beckett Layne Ventures, cerrando la operación iniciada en julio con Fininvest, la empresa de la familia Berlusconi. La transacción significa el final de una era, tras años de control, Berlusconi y su socio Adriano Galliani, quien también renunció, dejan de marcar el rumbo deportivo del equipo.
La familia conservará apenas un 20 % del capital hasta el final de la temporada actual, lo que representa un cierre simbólico más que un poder real en la gestión.
El fin de una etapa dorada que ligó política, negocios y fútbol en un mismo club.Los nuevos propietarios, Brandon Berger y Lauren Crampsie, prometieron profesionalismo y compromiso con la tradición del club. Como primera muestra, confirmaron la alianza con la Fórmula 1 para organizar eventos relacionados con el Gran Premio en territorio italiano.
🇮🇹 Fininvest S.p.A. e Beckett Layne Ventures (BLV) comunicano di aver perfezionato in data odierna il primo closing dell’operazione per la cessione del capitale sociale di AC Monza S.p.A., già annunciata in data 1 luglio 2025 👉 https://t.co/EBlQlMON9V 🔗 pic.twitter.com/Rc53FAZw4x
— AC Monza (@ACMonza) September 25, 2025
Con esta venta, el Monza se suma a la lista de equipos europeos en manos extranjeras, un fenómeno en crecimiento. Pero para Italia, el cambio marca sobre todo el fin de un ciclo irrepetible, la etapa Berlusconi, que llevó al club a cumplir sueños históricos, deja paso a un futuro donde la gestión norteamericana busca abrir nuevos horizontes.
Un club legendario con mucha historia
En el mapa del fútbol italiano, el AC Monza nunca fue un gigante, pero sus historias dan para llenar páginas de colección. Fundado en 1912, el club lombardo vivió décadas enteras en el ascensor entre divisiones, cargando con la etiqueta de “maldito” por haber perdido hasta nueve veces los playoffs de ascenso a Serie A. Esa cicatriz se convirtió en orgullo el 29 de mayo de 2022, cuando el Monza rompió la maldición y, tras un playoff de locura contra el Pisa, alcanzó por fin la élite.
Porteros como Christian Abbiati, defensores como Alessandro Costacurta y otros nombres pasaron como cesiones en una especie de puente entre Milan y Monza, reforzando al club mientras ganaba visibilidad. Esa etapa sirvió para escribir el capítulo más grande de su historia: el ascenso de 2022.
Mario Balotelli vistió la camiseta del Monza en 2020 y debutó con gol a los pocos minutos, dejando su sello en la historia reciente del club lombardo.Aunque el Monza siempre fue visto como un club “modesto”, por su camiseta roja y franja blanca han pasado figuras de élite. Mario Balotelli sacudió la Serie B en 2020 con goles de impacto; Kevin-Prince Boateng puso el toque internacional en la misma campaña. Antes, el portero Christian Abbiati y el defensa Alessandro Costacurta se curtieron ahí en sus inicios, mientras Daniele Massaro y Pierluigi Casiraghi dejaron huella antes de brillar en la selección italiana. Incluso Patrice Evra, futuro ídolo del Manchester United, jugó unos partidos con el Monza en 1999. Un club chico, sí, pero con un pasado lleno de nombres grandes.
El histórico Autódromo de Monza, sede del Gran Premio de Italia de Fórmula 1, comparte nombre y ciudad con el club de fútbol, uniendo motores y pasión deportiva en la misma tierra lombarda.Y como si el destino jugara con los guiños, el club está ubicado a pasos del Autódromo de Monza, sede del Gran Premio de Italia de Fórmula 1. Hoy, esa coincidencia se ha transformado en alianza oficial con la F1, integrando el deporte motor con el balompié en un matrimonio de pasión y espectáculo.



