La selección nacional masculina de Panamá atraviesa uno de los momentos más dulces de su historia reciente. Según el último ranking publicado por Concacaf el 7 de julio de 2025, el equipo canalero escaló al segundo lugar en toda la región con 1,832 puntos, dejando atrás a selecciones de peso como Canadá (1,812) y Estados Unidos (1,732). Solo México, flamante campeón de la Copa Oro 2025 y ganador de la Liga de Naciones, permanece en la cima con 2,024 puntos.

Este ascenso no es casualidad. Panamá ha sido constante en sus presentaciones internacionales y ha demostrado en la cancha que puede competir de tú a tú con las potencias del área. En el ranking centroamericano, Panamá también manda: supera a Costa Rica (1,740), Honduras (1,568), Guatemala (1,443) y deja muy atrás a El Salvador, Nicaragua y Belice.
La clave del éxito panameño está en la cohesión del grupo, el liderazgo técnico de Thomas Christiansen y una camada de jugadores que mezcla juventud y experiencia. El avance de una posición en el ranking puede parecer pequeño, pero en términos de competencia y prestigio es un salto de calidad enorme.
Mientras México celebra su décima Copa Oro y Javier Aguirre reafirma su legado como técnico, en Panamá también hay motivos para brindar. La Roja está en el radar del continente y ya no es la sorpresa: es una realidad. En medio de una región cada vez más competitiva, Panamá pisa fuerte y va por más.