El París Saint-Germain (PSG) se encuentra en la encrucijada mientras se despide de su última superestrella, Kylian Mbappé, sin haber logrado el codiciado trofeo de la Liga de Campeones. Con su partida, se cierra un capítulo marcado por nombres estelares que, a pesar de las inversiones millonarias, no pudieron alcanzar la gloria europea.

El dilema para el club francés es evidente: ¿seguir la ruta de fichajes de renombre o apostar por una estrategia alternativa para competir a nivel continental?
LA ÚLTIMA SUPERESTRELLA
La partida de Mbappé se suma a una lista de figuras emblemáticas como Ibrahimovic, Neymar y Messi, quienes tampoco pudieron llevar al PSG a la cima europea. La inversión de más de 2 mil millones de euros en fichajes desde 2011 no logró traducirse en el ansiado título.
Ahora, con el telón cayendo sobre la era de las superestrellas, el PSG se enfrenta a una difícil tarea de reconstrucción. La partida de Mbappé, autor de 255 goles para el club, deja un vacío difícil de llenar. Aunque se han realizado fichajes costosos, como Kolo Muani y Ramos, ninguno ha logrado igualar la prolificidad del delantero francés.

¿LA JUVENTUD ES LA RESPUESTA?
La cantera del PSG, reconocida por su capacidad para desarrollar talento, ha sido una fábrica de estrellas que brillan más allá de París. Sin embargo, el club ha enfrentado críticas por no brindar suficientes oportunidades a sus jóvenes promesas. Jugadores como Kingsley Coman y Warren Zaire-Emery destacan, pero su salida del equipo parisino evidencia la falta de continuidad en el desarrollo de talento local.
La historia se repite incluso con adquisiciones costosas. Hugo Ekitiké, fichado por una suma considerable, apenas tuvo tiempo en el terreno antes de partir hacia nuevas aventuras en el Eintracht Frankfurt. Pero es el caso de Xavi Simmons el que captura la atención. Después de un breve paso por el PSV Eindhoven y el RB Leipzig, regresa al PSG con un deslumbrante récord goleador.
Con 31 goles en dos temporadas, Simmons encarna la amenaza goleadora que el PSG anhela en su mediocampo. ¿Será esta la oportunidad para que el club capitalice su talento local y garantice un futuro más sólido en el campo?
Además, las señales de advertencia son claras. A pesar de dominar en la liga francesa, el PSG ha mostrado inconsistencias y problemas en competiciones europeas, lo que sugiere que la reconstrucción debe abordar no solo la calidad de los jugadores, sino también la cohesión y la estrategia del equipo.
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El PSG se enfrenta a un momento crucial en su historia. La partida de Mbappé marca el fin de una era, pero también abre la puerta a nuevas oportunidades y desafíos. ¿Podrá el club reinventarse y finalmente alcanzar la gloria europea, o la sombra de las superestrellas seguirá persiguiéndolo en su búsqueda de la grandeza futbolística? El tiempo lo dirá.
Con información publicada en apnews.com