La Copa América 2024 presumía con un aura de anticipación y promesas de grandeza. Alejandro Domínguez, presidente de la CONMEBOL, elevó las expectativas al declarar que esta edición sería “la mejor de todos los tiempos”. Sin embargo, a medida que el torneo avanza, las estadísticas de asistencia a los partidos revelan una realidad que contrasta con ese optimismo inicial.
En la fase de grupos, 327,067 entradas quedaron sin vender, representando cerca del 25% de la capacidad total de los estadios. Este fenómeno de asientos vacíos persiste en los cuartos de final, donde 65,100 boletos no fueron adquiridos, lo que equivale al 23% de los disponibles. Estos datos, proporcionados por la web Flashscore, indican una desconexión significativa entre el evento y los aficionados del continente americano.
Los costos y su impacto en la asistencia a sido evidente, a pesar de los altos precios de las entradas para los partidos de Argentina, la preocupación por los asientos vacíos persiste, afectando la participación de los fanáticos y las posibles oportunidades de ingresos. Por ejemplo, estacionar un pequeño auto puede costar hasta 132 dólares, y el valor estimado de las entradas es de más de 200 dólares en promedio. Actualmente, el precio más barato por un par de entradas para el partido de cuartos de final de Argentina, es de 630 dólares. Estos boletos de reventa tienen un precio base de 315 dólares, más gastos de reserva. Además, el estacionamiento puede costar entre 26 y 132 dólares por un pase en StubHub (es una plataforma digital que ofrece a los aficionados un entorno seguro, transparente y confiable para comprar y vender entradas). Los aficionados que viajan también deben considerar los gastos adicionales de alojamiento y transporte, como vuelos y hoteles.
COMPARACIÓN CON LA EUROCOPA 2024
Simultáneamente, en Europa, la Eurocopa 2024 se desarrolla con una respuesta muy diferente por parte del público. En la fase de grupos de la Eurocopa, que contó con más partidos (36 en total), sólo el 2,7% de los tickets no fueron vendidos, acumulando 51.781 entradas sin compradores. Este contraste es notable y pone en evidencia la disparidad en la atracción de público entre ambos torneos.
Estados Unidos, conocido por su devoción a deportes como el baloncesto, béisbol y fútbol americano, enfrenta el desafío de popularizar el fútbol (soccer) entre su población. A pesar de esfuerzos como la incorporación de estrellas internacionales como Leo Messi a la Major League Soccer (MLS), el deporte sigue estando rezagado en comparación con sus competidores tradicionales. La ubicación del torneo también juega un papel crucial; el alto coste y las grandes distancias dificultan la presencia de aficionados sudamericanos en los estadios norteamericanos.
¿QUÉ LE ESPERA AL PRÓXIMO MUNDIAL?
El Mundial 2026, que será acogido conjuntamente por México, Estados Unidos y Canadá, se vislumbra en el horizonte como una oportunidad para redimir estos desafíos. Sin embargo, la baja asistencia en la Copa América 2024 genera incertidumbre sobre la capacidad de llenar los estadios para el evento más grande del fútbol mundial. La infraestructura y los esfuerzos promocionales deberán intensificarse para asegurar que el Mundial sea un éxito rotundo.