En una ceremonia que prometía ser un simple acto académico, Pep Guardiola convirtió su doctorado honorario en un grito de conciencia global. Frente a autoridades y estudiantes de la Universidad de Manchester, el técnico del Manchester City dejó de lado los aplausos por sus títulos para hablar del dolor que le provoca la guerra en Gaza.
“Ver niños muriendo, hospitales destruidos... Me duele el cuerpo entero”, declaró el catalán, visiblemente afectado. A través de una fábula sobre un pájaro que intenta apagar un incendio con gotas de agua, Guardiola apeló al compromiso individual frente a las tragedias.
Desde su llegada al City en 2016, Pep ha conquistado todo: Premier, Champions, copas. Pero este discurso mostró una faceta distinta, más humana y sensible. No se trata de ideologías, dijo, sino de amor a la vida.
Mientras tanto, la ONU advierte que Gaza vive una emergencia sin precedentes, Guardiola cerró su intervención con una reflexión sobre la pasión por lo que uno hace. “Hazlo porque lo amas”, repitió. Una frase que, más allá del fútbol, es una advertencia señalando la grave insensibilidad que es latente en el mundo, llamando a que todos debemos retomar la empatía hacia el prójimo.