Con bases llenas y sin outs, el guante de Carlos Narváez rozó el bate de Sosa y selló la victoria de los Filis por 3-2. Los Filis de Filadelfia vencieron 3-2 a los Medias Rojas de Boston en el Fenway Park, pero lo que hizo historia fue cómo lo lograron. El panameño Edmundo Sosa se convirtió en el héroe del juego gracias a una interferencia del receptor, algo que no ocurría en Grandes Ligas desde el 1 de agosto de 1971, cuando Willie Crawford fue el beneficiado ante Johnny Bench de los Rojos.
EL BÉISBOL ES MARAVILLOSO
— Ramón Barrios Vargas (@RABV77) July 22, 2025
Edmundo Sosa 🇵🇦 se fue anoche de 1-1, CE; en la victoria de los Phillies 3x2 sobre Medias Rojas en 10 episodios.
El juego terminó por una interferencia del receptor, al chocar el bate de Sosa con su guante.
Sosa batea .273 AVG.#MLB #PanameñosEnMLB pic.twitter.com/BX3Lg8qPQK
Sosa, que entró como emergente en la octava y conectó un sencillo, regresó al plato en la décima con bases llenas y sin outs. Ya con cuenta de 2-2, su swing apenas logró contacto... no con la pelota, sino con el guante del receptor Carlos Narváez, quien fue acusado de interferencia. Tras la revisión solicitada por el dugout de los Filis, los árbitros confirmaron el roce, lo que permitió a Brandon Marsh, corredor automático, anotar la carrera ganadora.
“Lo sentí. Sentí que algo me tocó el bate y de inmediato lo señalé. Luego el equipo pidió revisión”, dijo Sosa con calma, aunque por dentro rebosaba emoción.
El mánager Rob Thomson, con más de 40 años en el béisbol, no ocultó su sorpresa: “Un jonrón dentro del parque para dejarlos tendidos, y ahora esto... ¡increíble!”
El juego tuvo de todo: un passed ball de Narváez en la cuarta entrada permitió a Nick Castellanos anotar con sencillo de JT Realmuto, mientras que en la décima entrada los Filis no necesitaron poner la pelota en juego para sellar la victoria. Otto Kemp recibió boleto, un lanzamiento descontrolado de Jordan Hicks avanzó a los corredores y la base intencional a Kepler puso el escenario para la insólita definición con Sosa.
Una noche que quedará grabada por años… y que el panameño difícilmente olvidará.