Aaron Judge debutó en Yankee Stadium en agosto de 2016, en una tarde que mezcló nostalgia y futuro. Venía bateando octavo, detrás de otro debutante, Tyler Austin, quien acababa de sacar la pelota del parque. Judge, con apenas cuatro lanzamientos en su carrera, la mandó más allá en el jardín central. Fue un inicio espectacular, pero engañoso, cerró ese año con un promedio de .179 y 42 ponches en apenas 84 turnos.
Muchos pensaron que sería un espejismo
Pero un año después, Judge explotó. Ganó el Derby de Jonrones, fue Novato del Año y llevó a los Yankees hasta la Serie de Campeonato. Desde entonces, su poder se convirtió en rutina: temporadas de 40, 50 y hasta 62 cuadrangulares lo han colocado en una lista histórica que parecía intocable. En 2022 rompió el récord de jonrones de la Liga Americana y en 2023 fue nombrado capitán del equipo.
Aaron Judge is doing MVP things pic.twitter.com/PWxJwJJQKv
— Barstool Baseball (@StoolBaseball) September 27, 2025
Hoy, con 33 años y en su décima temporada, sigue siendo un tormento para los lanzadores. No importa si la bola va al izquierdo o al derecho, Judge siempre encuentra cómo castigarla. Sus números lo acercan a nombres míticos como Joe DiMaggio, Yogi Berra o Lou Gehrig. Superar a “Joltin’ Joe” fue apenas un paso; ahora persigue a Gehrig, Mantle y, algún día, al mismísimo Babe Ruth.
Pero lo que distingue a Judge no son solo los números, sino el aura. “Un gigante amable, pero asesino entre líneas”, así lo describe Aaron Boone. Sus compañeros lo ven como un líder sereno, con un carácter que inspira respeto. Sus padres y su esposa Samantha lo acompañan en cada logro, celebrando una carrera que conecta pasado y futuro en el Bronx.



