Monica Seles eligió la franqueza. A sus 51 años, la nueve veces campeona de ‘grandes’ contó que vive con miastenia gravis desde 2022. Lo notó jugando en familia: visión doble y brazos cansados.
Resiliencia: de Hamburgo 1993 a un nuevo desafío en 2025. La visión doble y la debilidad fueron las primeras señales que la llevaron al neurólogo. Esa pista la llevó al diagnóstico y a una “nueva normalidad” que incluye ajustar rutinas tan simples como secarse el pelo o abrir un frasco. Decidió hablar ahora, en la antesala del US Open 2025, para que otros identifiquen señales temprano y consulten a tiempo.
Antes del US Open, la ex campeona (derecha) pone sobre la mesa la miastenia gravis. La miastenia gravis afecta la comunicación entre nervios y músculos y se expresa con debilidad que empeora con la actividad y mejora con el descanso. Suele presentarse más en mujeres jóvenes y hombres mayores, pero puede tocar a cualquiera. Si hay párpados caídos, doble visión, dificultad para masticar o hablar, no lo dejes pasar.
La voz de Seles pesa porque viene de quien ya superó tormentas, incluido el ataque de 1993, y aun así prefiere enseñar antes que asustar. Eso también es liderazgo.



