La Policía española ha detenido a Kike Salas, defensor del Sevilla FC, acusado de amañar tarjetas amarillas en partidos de la temporada pasada para favorecer apuestas deportivas realizadas por su entorno. Según fuentes de la investigación, liderada por el CENPIDA y un juzgado de Morón de la Frontera, familiares y amigos del jugador habrían participado en 30 apuestas fraudulentas, generando ganancias de 10,000 euros en un mes.
⚠️ 💸 Francesco Baranca, consultor de Sport Integrity Team, nos explica cómo se detecta un caso como el de Kike Salas
— El Larguero (@ellarguero) January 14, 2025
🙄 "Es muy simple, se detecta una gran cantidad de dinero en un evento"
📍 "No han sido muy inteligentes por apostar en las mismas casas y la misma ciudad" pic.twitter.com/0UEOKEhEbT
El esquema se habría desarrollado en cinco partidos entre las jornadas 31 y 38, cuando el Sevilla ya no tenía opciones de título. En estos encuentros, Salas habría provocado deliberadamente las tarjetas amarillas, asegurando que las apuestas, realizadas en seis locales de Morón de la Frontera, resultaran ganadoras.
Además del futbolista, la policía detuvo a dos amigos suyos, quienes serían piezas clave en la organización de las apuestas. Este caso pone nuevamente en evidencia los riesgos de corrupción que afectan al fútbol profesional, generando preocupación en el ámbito deportivo y entre los aficionados.
El Sevilla FC no ha emitido un comunicado oficial, aunque se espera que tome medidas una vez concluidas las investigaciones. Este escándalo se suma a otros casos recientes de amaños en el deporte, lo que ha llevado a organismos como la Liga y las fuerzas policiales a redoblar esfuerzos en la lucha contra las apuestas ilegales.