El baloncesto es más que un deporte cuando la familia está en juego, y eso quedó claro en el vibrante enfrentamiento entre Shai Gilgeous-Alexander y su primo Nickeil Alexander-Walker durante las Finales del Oeste. Con Oklahoma City Thunder dominando la serie 3-1 tras imponerse 128-126 a Minnesota Timberwolves, el MVP y actual máximo anotador dejó su huella con 40 puntos, 10 asistencias y 9 rebotes, cifras que lo acercan a las ansiadas Finales de la NBA.

Pero el verdadero drama se vivió en el mano a mano entre primos. Alexander-Walker, quien tuvo su mejor noche profesional con 23 puntos, 5 triples y 6 asistencias, demostró que los Timberwolves aún tienen sangre para pelear. Defendió con uñas y dientes a su primo, obligándolo a esforzarse cada jugada. Aunque Gilgeous-Alexander se llevó la victoria, Nickeil dejó claro que puede ser clave para un posible regreso en el Juego 5, programado en Oklahoma City.
El escenario no puede ser más simbólico: dos primos, un MVP y un suplente peleando por sus sueños y su legado. La familia los mira desde Canadá, y las conversaciones más profundas entre ellos quedarán para después. “Solo si gano”, dijo Nickeil, dejando claro que aún no está dispuesto a rendirse. Mientras tanto, Anthony Edwards quedó en deuda con apenas 16 puntos, y los Wolves desperdiciaron 21 posesiones y concedieron 19 rebotes ofensivos.
El Thunder, liderado también por Jalen Williams (34 puntos) y Chet Holmgren (21), huele a gloria, mientras Minnesota necesita un milagro y consistencia para forzar un sexto juego. Todo se decidirá en el Juego 5.