En una noche mágica para los culés, el Barcelona aplastó 4-1 al Bayern Múnich en la jornada 3 de la Champions League. Desde el primer minuto, el equipo catalán impuso su ley con un gol tempranero de Raphinha, quien se encargó de demostrar que la efectividad vale más que la posesión.
El Bayern, fiel a su estilo de juego, los dirigidos por Vicent Kompany, mantuvieron la mayor parte del control del balón con un 61% de posesión, pero se encontró con una defensa férrea que le cerró todos los espacios. A pesar del esfuerzo de Harry Kane, quien descontó con un gol en el minuto 18, los bávaros no pudieron frenar el vendaval culé. Raphinha, en estado de gracia, amplió la ventaja con un segundo gol justo antes del descanso, dejando al Bayern tocado y sin ideas.
🚨🇪🇺 GOAL | Barcelona 4-1 Bayern Munich | Raphinha
— Tekkers Foot (@tekkersfoot) October 23, 2024
RAPHINHA HAS SCORED A HAT-TRICK !!!!!!!!!!!!!!! WOW !!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!pic.twitter.com/8nvKWSvC6X
En el inicio de la segunda mitad, el brasileño selló su triplete en el minuto 56, dejando claro que esta noche sería suya. Lewandowski, quien no se quedó atrás, anotó el tercero en el minuto 36 ante su exequipo, dándole un toque emocional al encuentro.
UNA AFINADA DEFENSA AZULGRANA
El Bayern intentó reaccionar, pero se encontró con un muro defensivo que no permitió más concesiones. Los bávaros, a pesar de sus 11 disparos, solo lograron colocar 3 a puerta, mientras que Barcelona fue letal con 4 tiros al arco, todos ellos convertidos en goles. Este resultado no solo refleja la capacidad del equipo de Xavi para ser contundente cuando se necesita, sino que también deja claro que el Bayern deberá ajustar su estrategia si quiere avanzar cómodamente en esta Champions. Al final, el dominio del balón quedó en segundo plano.
Lo que realmente importó fue la precisión y el hambre de gol del equipo catalán. Con esta victoria, Hansi Flick, cumple su palabra y Barcelona se posiciona como uno de los favoritos del grupo y manda un mensaje contundente al resto de los equipos, los culés están más vivos que nunca.