Miguel Amaya no estará en la primera foto de octubre, pero sigue en el guion. Los Cubs definieron su roster de 26 para el Comodín ante Padres y el panameño quedó fuera, una decisión que prioriza salud y ritmo competitivo tras un mes de altibajos por el tobillo. Duele porque sus números 2025 invitan a soñar: .281 en 96 turnos, 9 dobles, 4 jonrones y 25 impulsadas. Cuando jugó, produjo.
Chicago se va a la batalla con tres receptores, Carson Kelly, Reese McGuire y Moisés Ballesteros, para guiar a un staff que necesita outs limpios desde el inning uno. Shota Imanaga y Jameson Taillon lideran una rotación pensada para series cortas; el bullpen trae “apagafuegos” zurdos y derechos listos para matchups. Kyle Tucker, aún administrando la pantorrilla, vuelve como DH: cañón zurdo en el corazón del orden.
Counsell, fiel a su estilo, prefirió no forzar, octubre es de detalles, y un 90% hoy puede ser 0% mañana. Si Chicago avanza, Amaya vuelve a la conversación con más días de trabajo específico y swings a velocidad de juego. En Panamá, la ilusión queda en pausa, no cancelada. Wrigley Field pone la escena; Amaya, cuando le toque, pondrá la voz.



