El aire en Old Trafford pesaba. Ruben Amorim llegaba al duelo contra el Chelsea con la sombra del despido rondando su espalda. Tras la derrota en el derbi de Mánchester y un inicio flojo en la Premier League (apenas 4 puntos en 4 fechas, además de la humillación en copa ante un equipo de cuarta división), el portugués se reunió esta semana con Sir Jim Ratcliffe, copropietario del club, quien exigió respuestas inmediatas.
Kartu merah cepat Robert Sanchez merusak strategi Chelsea, membuat Enzo Maresca panik dengan mengganti tiga pemain depan, sementara Manchester United memanfaatkan situasi untuk unggul dua gol di babak pertama.
— PanditFootball.com (@panditfootball) September 20, 2025
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Y el United respondió
Desde el pitazo inicial se notó la urgencia de los “red devils”. Apenas al minuto 2, Bryan Mbeumo obligó a intervenir a Robert Sánchez. Dos minutos más tarde, un choque con Sesko terminó en la expulsión directa del guardameta cartaginense, dejando al Chelsea con diez hombres y cuesta arriba el resto del partido.
Palmer, Estevão y Garnacho siguieron desde el palco la sufrida pero valiosa victoria del Manchester United en Old Trafford.El United olió sangre y no perdonó
En el minuto 14, una jugada colectiva acabó con centro de Mazraoui y cabezazo de Dorgu que dejó a Bruno Fernandes solo para empujarla. Fue un golpe de confianza. Poco antes del descanso, un nuevo centro aéreo dejó a Casemiro en el área pequeña para marcar el 2-0. Old Trafford rugía, pero el partido aún tenía capítulos por escribir.
Old Trafford vibró con una reacción que da oxígeno a los de Amorim.Ya en tiempo añadido, Casemiro pasó de héroe a villano al recibir su segunda amarilla por un agarrón innecesario. El Chelsea, que no había generado peligro, encontró un rayo de esperanza. En el complemento, Chalobah acortó distancias en el minuto 80 y encendió las alarmas. Viejas pesadillas rondaban la mente de la afición, que ya ha visto al equipo ceder puntos sobre la hora.
Sin embargo, esta vez Amorim supo gestionar los tiempos. El United controló, bajó revoluciones y aguantó la presión hasta el pitazo final. Alivio y aplausos. Con esta victoria, los “red devils” saltan al noveno puesto y Amorim compra tiempo para estabilizar su proyecto. El portugués, que prometió reacción, por fin pudo sonreír.


