Jimmy Butler y el Miami Heat parecen estar en un callejón sin salida. En medio de una temporada ya complicada, el delantero fue suspendido por tercera vez en el mes tras abandonar una práctica de tiro. Este acto de protesta surge después de que le informaran que no sería titular contra el Orlando Magic, un movimiento que dejó en evidencia la frágil relación entre el jugador y la franquicia.
Con 36 años, Butler enfrenta un declive en su rendimiento. En los últimos seis juegos, apenas promedia 9.5 puntos, cifras muy alejadas de lo que Miami espera de su estrella. Además, las constantes suspensiones han minado su valor, tanto en el equipo como en el mercado de canjes.
El presidente del Heat, Pat Riley, tiene una decisión complicada. Butler ha solicitado un intercambio, pero su contrato y las nuevas reglas salariales dificultan cualquier movimiento antes de la fecha límite del 6 de febrero. Con solo seis juegos restantes antes de esa fecha, la incertidumbre sobre el futuro de Butler crece.
El amor del jugador por la ciudad de Miami es innegable, pero su relación con el equipo parece estar rota. ¿Será esta la última vez que lo veamos en un uniforme del Heat?