La arena estaba cargada de emoción y controversia cuando Lin Yu-ting, la boxeadora de Taiwán, subió al ring en los Juegos Olímpicos de París 2024. La asiática, cuya carrera ha estado marcada tanto por sus logros como por controversias relacionadas con su elegibilidad de género, demostró una vez más su valía al vencer a Sitora Turdibekova con un contundente 5-0 en la división femenina de 57 kilogramos. Este combate no solo fue una exhibición de su destreza boxística, sino también un acto de reivindicación en medio de una tormenta mediática.
En el vibrante escenario del North Paris Arena, la multitud esperaba ansiosa el inicio de la pelea. Lin, una figura que ha capturado la atención mundial, no solo por su habilidad en el ring sino también por las polémicas que la rodean, caminó hacia el centro del ring entre ovaciones ensordecedoras. Con cada paso, cargaba no solo con el peso de su carrera sino también con las expectativas y el escrutinio de una audiencia global.
El combate comenzó con intensidad. A pesar de que su casco se soltó en el primer minuto, Lin mantuvo la compostura y ganó el primer asalto en cuatro de las cinco tarjetas de los jueces. Su estrategia, basada en su rapidez y alcance superior, se hizo evidente cuando dominó los dos asaltos siguientes con un 5:0 unánime. Turdibekova, aunque superada, mostró deportividad al estrechar la mano de Lin antes del veredicto final.
Lin, conocida por su agilidad y precisión, ha tenido una carrera estelar con campeonatos mundiales en 2018 y 2022. Sin embargo, su camino no ha sido fácil. El año pasado, junto con la boxeadora argelina Imane Khelif, fue descalificada del Campeonato Mundial por la Asociación Internacional de Boxeo (IBA) debido a supuestas irregularidades en pruebas de género. Esta descalificación, abrupta y polémica, generó un debate intenso sobre la inclusión y la equidad en el deporte.
En los Juegos Olímpicos, el Comité Olímpico Internacional (COI) ha reiterado su apoyo a Lin y Khelif, afirmando que ambas tienen pasaportes que las identifican como mujeres y cumplen con todos los requisitos de elegibilidad. La presencia de Lin en París no solo es un testimonio de su capacidad atlética, sino también de su resistencia frente a la adversidad.