En una ciudad que ya se siente asediada por el turismo de lujo, la presencia del multimillonario Jeff Bezos y su séquito de invitados de élite para celebrar su boda no fue recibida con vítores, sino con furia popular. Manifestantes proclamaron este miércoles una “enorme victoria” después de que el fundador de Amazon se viera obligado a cambiar los planes de su fastuosa celebración nupcial y “huir” del centro histórico veneciano.
El evento, que debía culminar el sábado con una glamurosa fiesta en la Scuola Grande della Misericordia —una de las joyas arquitectónicas más emblemáticas de la ciudad—, fue abruptamente desplazado a otra ubicació tras días de tensión y protestas públicas en las calles.
“Esta ciudad no es un parque temático para multimillonarios”, gritaban algunos manifestantes con pancartas y megáfonos. El ambiente se tornó tan tenso que, según fuentes locales, los organizadores optaron por modificar el itinerario completo de la celebración de tres días, incluyendo el traslado de los invitados VIP a una zona menos visible y fuera del corazón veneciano.
Un funcionario de la ciudad confirmó que los invitados se reunirán en el Arsenal de Venecia, una antigua base naval más alejada del centro.
Jeff Bezos, uno de los hombres más ricos del planeta, y Lauren Sánchez, presentadora de televisión, aún no han emitido comentarios sobre el incidente. Mientras tanto, en Venecia, el eco de las protestas sigue resonando con fuerza: “¡La ciudad es del pueblo, no de los magnates!”