Veinticinco años después de su primera nominación al Óscar, el actor y productor Tom Cruise finalmente recibirá la codiciada estatuilla dorada, pero no por un papel específico ni por sus célebres acrobacias, sino como reconocimiento a toda una trayectoria que ha dejado una huella imborrable en la historia del cine contemporáneo.
La Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas anunció que Cruise será galardonado con el Premio Honorífico en la próxima edición de los Óscar, destacando su influencia como “fuerza impulsora en la industria del entretenimiento” y “arquitecto de una nueva era de cine de acción”.
Desde su irrupción en la gran pantalla con Risky Business (1983) y su consagración global con Top Gun (1986), Cruise ha acumulado tres nominaciones al Oscar —por Nacido el 4 de julio, Jerry Maguire y Magnolia—, pero hasta ahora no había logrado conquistar la estatuilla.
Más allá de sus actuaciones, el actor de 61 años ha redefinido el rol de las superestrellas en Hollywood, desafiando la edad, la gravedad y las expectativas de la industria. Su franquicia Mission: Impossible no solo elevó el listón de las escenas de acción, sino que también lo consagró como uno de los pocos actores que asumen personalmente riesgos extremos en pantalla, como colgarse de aviones en pleno vuelo o escalar el Burj Khalifa.
“Tom Cruise ha entregado al público espectáculos cinematográficos inolvidables, y su dedicación ha inspirado a generaciones de actores, productores y realizadores”, señaló la Academia en un comunicado.
La ceremonia de entrega se realizará en el mes de noviembre durante los Óscar Honoríficos, evento donde también serán homenajeadas otras figuras clave del cine. Para muchos, este galardón salda una deuda simbólica con un actor que, pese a las ausencias en el podio, siempre ha estado en el corazón del séptimo arte.