Una tragedia volvió a teñir de luto a La Habana. En la madrugada del sábado 12 de julio, un edificio multifamiliar en La Habana Vieja colapsó, dejando como saldo tres personas fallecidas, incluida una niña de solo siete años.
La infraestructura en ruinas cobra vidas mientras el déficit habitacional alcanza cifras alarmantes en Cuba.El incidente se sumó al derrumbe ocurrido horas antes en Diez de Octubre, donde también murió un hombre de 60 años.
Las autoridades culparon a las intensas lluvias y al mal estado de las estructuras.
Sin embargo, los datos reflejan una crisis más profunda: más de 185 mil viviendas en la capital cubana están deterioradas, y cerca del 20% del total nacional necesita reparaciones urgentes.
Así quedó el edificio en Diez de Octubre tras el colapso que sepultó a un hombre de 60 años.Pese a las promesas oficiales de mejorar la situación habitacional, los recursos siguen dirigiéndose a construir hoteles, según denuncian economistas independientes. Las muertes recientes evidencian una realidad alarmante: en Cuba, muchas casas son trampas mortales.



