El vocero presidencial argentino, Manuel Adorni, recomendó a los ciudadanos evitar viajar a Venezuela tras la detención del gendarme Nahuel Gallo en Caracas. Gallo fue arrestado cuando intentaba visitar a su familia durante las fiestas y el gobierno argentino lo considera un “secuestro” por parte del régimen de Nicolás Maduro. Adorni enfatizó que acercarse a una dictadura como la venezolana implica riesgos inherentes, y que la situación de Gallo es “horrorosa” y “compleja” debido a la falta de información sobre su paradero actual.
El canciller argentino, Gerardo Werthein, también calificó la detención de Gallo como un “secuestro ilícito”, defendiendo que el gendarme viajaba legalmente con permiso oficial. Además, criticó las acusaciones de Diosdado Cabello, quien lo acusó de ser un espía. Werthein aseguró que Gallo solo había realizado ocho viajes al extranjero y que su detención es arbitraria.
La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, se pronunció con firmeza, exigiendo la liberación inmediata de Gallo y advirtiendo sobre “consecuencias diplomáticas” si no se cumple. Bullrich afirmó que el gendarme está siendo utilizado como rehén en una maniobra política del régimen venezolano.



