Este miércoles, las autoridad de Dinamarca anunciaron que abandonan definitivamente el uso de la vacuna de AstraZeneca, debido a los graves efectos secundarios que presenta.
No obstante, el país europeo, el primero en adoptar esta decisión, continúa con su proceso de vacunación, señaló el director de la Agencia Nacional de Salud, Soren Brostrom.
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La vacuna de AstraZeneca ha estado en la mira de distintas naciones por los efectos secundarios que se les asocian, como la formación de coágulos sanguíneos o trombos. Aunque el organismo europeo de salud y la Organización Mundial de la Salud (OMS) han insistido en que los beneficios de la vacuna superan los riesgos, por lo que exhortan a su uso para avanzar con la inoculación de la población.
En Panamá, la vacuna también está en el radar, y el propio presidente Laurentino Cortizo indicó que se siguen evaluando los estudios que se hacen a nivel local e internacional, pero no se pondrá en riesgo a la población.
El país hizo un pedido de un millón 92 mil vacunas a esta casa farmacéutica. Además, a través del mecanismo Covax se esperaban adquirir otras 184 mil dosis.
