El juicio por el asesinato del candidato presidencial ecuatoriano Fernando Villavicencio se reanudó el 25 de junio de 2024 en Quito, bajo estrictas medidas de seguridad. En la audiencia, el testigo protegido J.P.A.M. presentó detalles sobre la planificación y ejecución del crimen.
Según el testimonio, los procesados trabajaban para un líder en la cárcel de Latacunga conocido como “Chino Onda”, quien buscaba obtener reconocimiento y poder dentro del mundo criminal mediante este acto. J.P.A.M. afirmó que días antes del asesinato, se les mostró ropa que usarían los criminales, quienes se infiltraron en el evento político haciéndose pasar por militantes.
Una de las revelaciones más impactantes fue la implicación de figuras vinculadas al gobierno del expresidente Rafael Correa. El testigo aseguró que “esa cabeza (la de Fernando Villavicencio) valía USD 200.000 y la mandó a hacer el Gobierno de Correa”.
Durante la audiencia, también se presentaron los testimonios de otros peritos. El médico legista Franklin Villares Paredes describió que Villavicencio murió por un disparo a larga distancia que le causó un traumatismo cráneo-encefálico
