Menos de 24 horas después de que europeos y ucranianos consiguieran eliminar de la propuesta de paz de Estados Unidos aquellos puntos que cruzaban sus líneas rojas, Rusia rechazó de plano las modificaciones, y el presidente de Rusia, Vladímir Putin, se ciñó a la primera versión del plan, considerada demasiada prorrusa por Ucrania y la Unión Europea (UE).
“En lo que se refiere a los planes que circulan por ahí, esta mañana tuvimos conocimiento del plan europeo que, a primera vista, es absolutamente no constructivo, no nos conviene”, dijo el asesor internacional del Kremlin, Yuri Ushakov.
El consejero del presidente Vladímir Putin explicó además que considera “lógico” que se organice una reunión presencial con emisarios de Estados Unidos para alinearlo con los intereses de Rusia, como hicieron el domingo los negociadores ucranianos con apoyo de los europeos con el texto inicial presentado por Estados Unidos.
Así, Putin se ciñó este lunes a la primera versión del plan de paz para Ucrania de 28 puntos presentado por Estados Unidos durante una conversación telefónica con el líder turco, Recep Tayyip Erdogan, según informó el Rusida, al considerar que ésta podría “sentar las bases para un arreglo pacífico definitivo” en Ucrania.
Los puntos de la discordia
Entre los puntos clave que la UE pedía eliminar destaca el que preveía que Ucrania retire a sus tropas de la parte que aún controla de la región oriental de Donbás.
La UE propone la actual línea de contacto como referencia para el reparto de tierras y sugiere que Ucrania se comprometa a no tratar de recuperar por la vía militar ningún territorio.
La propuesta europea también solicita modificar los artículos que descartaban la entrada de Ucrania a la OTAN y el despliegue en suelo ucraniano de tropas de la Alianza Atlántica.
El plan de Europa tampoco acepta que 100 mil millones de dólares en activos rusos congelados en Occidente se inviertan en esfuerzos de reconstrucción de Ucrania liderados por Estados Unidos, que según un punto del plan inicial que quieren cambiar los europeos se beneficiaría de la mitad de los ingresos que genere esa inversión.

