La Tierra está recibiendo una serie de impactos solares que no se veían desde hace años. Este miércoles 14 de mayo de 2025, minutos antes de las 7:20 a.m. ET, una nueva llamarada solar de clase M7.74 emergió de la mancha solar AR4087, apenas horas después de que esa misma región lanzara una explosión aún más fuerte de clase X2.7.
A medida que las partículas llegan al campo magnético de la Tierra, los protones se agrupan y se dirigen hacia los polos donde reaccionan con nuestra atmósfera y comienzan a causar problemas para las transmisiones de señal de radio de onda corta. pic.twitter.com/i98iColwVP
— Mar Gómez (@MarGomezH) May 15, 2024
La consecuencia fue clara: apagones de radio de alta frecuencia en zonas como Europa, Asia y Oriente Medio, precisamente los territorios que estaban bajo luz solar en ese momento. Al llegar a la velocidad de la luz, esta radiación ionizó la capa superior de la atmósfera, interrumpiendo comunicaciones e instrumentos tecnológicos importantes.

Pero lo más preocupante no es el evento en sí, sino lo que podría seguir.
Los científicos alertan que la región AR4087 aún no ha mostrado todo su poder y se está alineando peligrosamente con la Tierra, lo que aumenta las probabilidades de nuevas erupciones solares en los próximos días.

Las llamaradas solares de clase M ya son consideradas fuertes, pero esta última, de nivel M7.74, se acerca al rango extremo. Y lo alarmante es que es la tercera explosión en menos de 24 horas, sumando también una M5.3 registrada luego de la X2.7 del martes.

Las eyecciones de masa coronal (CME), aún más devastadoras que las llamaradas, podrían llegar en cuestión de días y colapsar redes eléctricas, satélites, GPS y más.
La región activa AR4087 está girando y se alinea cada vez más directamente con la Tierra, lo que aumenta el riesgo de nuevas erupciones o incluso una Eyección de Masa Coronal (CME).
Incredible aurora timelapse filmed in Fort Yukon, Alaska.
— Wonder of Science (@wonderofscience) April 28, 2025
📽: Vincent Ledvinapic.twitter.com/hSRFSJJ0wL
Cazadores de auroras y expertos del clima espacial, como Vincent Ledvina, advierten que lo peor aún podría estar por venir, ya que la actividad solar parece estar en uno de sus picos más agresivos en años.