El papa León XIV dio este sábado 26 de julio un paso importante hacia la reconciliación con la Iglesia Ortodoxa Rusa al recibir en el Vaticano al metropolita Antoni, emisario del patriarca Cirilo. Este encuentro marca un intento por retomar el diálogo tras años de tensión por la guerra en Ucrania.
Antoni llegó al Vaticano con un mensaje de felicitación y buenos deseos de parte de Cirilo, gesto que el papa agradeció, subrayando la urgencia de fortalecer los vínculos entre ambas confesiones cristianas.
Durante la reunión, que se desarrolló en un tono cordial, se discutieron diversos temas, entre ellos el conflicto en Ucrania, la situación en Oriente Medio y la persecución denunciada por Moscú contra la Iglesia Ortodoxa Ucraniana.
León XIV, quien hereda un pontificado en un mundo cada vez más dividido y secularizado, parece decidido a tender puentes. Su objetivo: fomentar la cooperación entre cristianos sin importar sus diferencias históricas.
Esta reunión no solo tiene implicaciones religiosas, sino también geopolíticas. La Santa Sede y Moscú han vuelto a mirarse a los ojos, y aunque no hay acuerdos firmes aún, el gesto es potente: la diplomacia de la fe sigue viva.