La noche del domingo 16 de febrero, la ciudad de Guayaquil fue escenario de una nueva tragedia. En la cooperativa Assad Bucaram, situada en la parroquia Pascuales, al norte de la urbe, siete personas fueron brutalmente asesinadas en un ataque armado que ha conmocionado a la comunidad.
Según testigos, el incidente ocurrió alrededor de las 23:00 horas, cuando las víctimas se encontraban reunidas en la calle, compartiendo entre amigos. De repente, varios individuos armados llegaron al lugar en diferentes vehículos y abrieron fuego sin mediar palabra. La escena fue dantesca: cuerpos tendidos en la calzada y aceras, mientras el pánico se apoderaba de los vecinos.
Entre los fallecidos se encuentra un adolescente de 17 años, mientras que las demás víctimas tenían edades comprendidas entre 19 y 41 años. Uno de los occisos fue encontrado sin vida dentro de una tricimoto, vehículo en el que intentaba escapar del ataque.
Las autoridades locales han iniciado una investigación para esclarecer los motivos detrás de esta masacre. Preliminarmente, se presume que el hecho estaría relacionado con disputas entre bandas delictivas que operan en la zona. De las siete víctimas, una tenía antecedentes penales por robo, lo que refuerza la hipótesis de un ajuste de cuentas entre grupos criminales.
Este trágico suceso se suma a una serie de hechos violentos que han azotado a Guayaquil en los últimos meses, evidenciando la creciente inseguridad en la ciudad. Las autoridades han intensificado los operativos policiales en sectores críticos, pero la ciudadanía continúa viviendo con temor ante la escalada de violencia.
La comunidad de Pascuales, consternada por lo ocurrido, exige justicia y medidas efectivas que garanticen la seguridad de sus habitantes. Mientras tanto, las familias de las víctimas enfrentan el dolor de perder a sus seres queridos en circunstancias tan violentas.
Las autoridades hacen un llamado a la población para que colaboren con información que pueda conducir a la captura de los responsables de este atroz crimen, y reiteran su compromiso de combatir la delincuencia que aqueja a la ciudad.