El presidente de Ecuador, Daniel Noboa, ha declarado que a su país “le encantaría contar” con el apoyo de tropas estadounidenses para enfrentar la creciente violencia generada por las pandillas, en un contexto marcado por la reciente declaración de un nuevo estado de excepción en seis provincias del país.
Durante una entrevista concedida a la cadena CNN, Noboa aclaró que las tropas extranjeras no patrullarían las calles ecuatorianas, sino que desempeñarían un papel de respaldo en las operaciones de seguridad. “Nos gustaría cooperar con las fuerzas estadounidenses, y creo que hay muchas maneras de hacerlo, especialmente en el seguimiento de las operaciones ilegales que se mueven fuera de Ecuador, pero el control de las operaciones estará en manos de nuestros militares y nuestra policía”, afirmó el mandatario.
El presidente también confirmó que su gobierno ya mantiene “planes, opciones y conversaciones” con autoridades de Estados Unidos para definir una estrategia conjunta que, según indicó, se consolidará tras los comicios presidenciales anticipados que lo ratificaron en el cargo. “Ahora solo necesitamos otra reunión, después de las elecciones, ahora como presidente electo, para consolidarlo”, explicó a Fernando del Rincón, conductor del programa Conclusiones.
Noboa, sin embargo, marcó distancia con otros líderes de la región, asegurando que su vínculo con el presidente Donald Trump no es comparable con el que mantiene el mandatario salvadoreño Nayib Bukele, quien ha sido criticado por aceptar la repatriación de migrantes deportados desde EE. UU. con antecedentes criminales. “Nuestra estrategia es distinta”, puntualizó Noboa.
El estado de excepción decretado por Noboa incluye restricciones a la movilidad y permite la actuación conjunta de policías y militares, una medida que refleja la escalada del conflicto con grupos criminales que operan tanto dentro como fuera del territorio ecuatoriano.