Panamá está en una carrera contra el tiempo. Según los últimos informes del 2025, cerca del 32% del territorio nacional está gravemente afectado por la erosión del suelo, resultado directo de la deforestación desmedida y el uso intensivo de cuencas hidrográficas.
La región Oeste del Canal es clave en la restauración ambiental del país. CortesíaEste problema no solo tiene un impacto ambiental, sino que amenaza la seguridad alimentaria del país al reducir la capacidad productiva de nuestros campos.
Pero hay esperanza.
Gracias a un esfuerzo conjunto entre el Instituto de Innovación Agropecuaria de Panamá (IDIAP), la Agencia Española de Cooperación Internacional (AECID), instituciones científicas de Cuba y universidades nacionales, se desarrolla el proyecto “Fortalecimiento de capacidades I+P+P”. La fórmula: Innovación, Promoción y Pago.
En 18 meses deben generarse capacidades para que pequeños y medianos productores adopten buenas prácticas agrícolas. Más de 200 personas se beneficiarán directamente: 144 ganaderos, 30 productores de piña, 12 avícolas, 13 porcicultores y 60 jóvenes líderes ambientales.
Productores de piña en Capira aprenden nuevas técnicas para cuidar el suelo. La Prensa/ Gabriel Rodríguez.¿Cómo lo harán?
Con parcelas demostrativas en la región Oeste del Canal, especialmente en Capira, que permitirán mostrar técnicas para conservar el suelo, el agua y los bosques. También se aplicarán tecnologías isotópicas para analizar el suelo, y se ofrecerán incentivos económicos por cada buena práctica adoptada.
La iniciativa tiene como socios clave a la Autoridad del Canal de Panamá, el Ministerio de Ambiente (MiAmbiente) y el MIDA, con participación activa de la Universidad de Panamá, la UTP y el IPTA de Capira. Todos trabajando por un objetivo común: que el suelo vuelva a dar vida, no problemas.



