Los Raiders de Las Vegas vienen de una de sus peores temporadas en la historia reciente, con un desastroso récord de 4-13 en 2024.

Sin embargo, la llegada de Tom Brady como copropietario minoritario ha generado una ola de expectativas. El siete veces campeón del Super Bowl ha dejado claro que su papel no será meramente decorativo, sino que tomará decisiones clave junto a Mark Davis para reconstruir la franquicia.
En este proceso de reestructuración, la primera gran jugada de Brady ha sido la incorporación de Pete Carroll como entrenador en jefe. Carroll, quien llevó a los Seahawks a la gloria en el Super Bowl XLVIII, es un estratega con experiencia en revivir equipos en decadencia. Sin embargo, Marcus Allen, leyenda de los Raiders y MVP del Super Bowl XVIII, advierte que la clave del éxito no radica solo en el cuerpo técnico, sino en la plantilla.

Según Allen, el mayor reto de Brady es construir un equipo competitivo desde la agencia libre y el Draft. “Necesitamos otro Brock Bowers”, enfatizó, refiriéndose al prometedor ala cerrada de Georgia que podría marcar una diferencia en la NFL. La gestión del gerente general será crucial, ya que la selección de talento joven puede definir el futuro de la franquicia en los próximos cinco o seis años.
Detroit Lions es un ejemplo de cómo un proceso de reconstrucción bien ejecutado puede llevar a un equipo de la mediocridad al éxito. “Han seleccionado bien en los últimos cinco o seis años, y ha sido fantástico”, señaló Allen. Brady deberá replicar este modelo, asegurando fichajes estratégicos y retenciones clave.
Con el Draft 2025 en el horizonte y la agencia libre como herramienta para reforzar el equipo, Brady y Carroll tienen un desafío mayúsculo. ¿Será suficiente la visión de Brady para devolver la grandeza a los Raiders?