Enhorabuena, Colón hace un alto para la paz. El pasado viernes 10 de octubre, el Centro Comercial 4 Altos fue la sede de una jornada que habló fuerte y claro, menos armas en la calle, más tranquilidad en las calles colonenses. Bajo el paraguas del programa “Armas y Municiones por Comida y Medicinas”, el Ministerio de Seguridad Pública contabilizó 24 armas de fuego, 364 explosivos (incluidas bengalas), 754 municiones y 11 proveedores retirados del circuito del delito. Todo con supervisión directa del ministro Frank Alexis Abrego.
Desglose al detalle: 6 pistolas, 4 revólveres, 1 fusil y 13 armas tipo pellet salieron de circulación el 10 de octubre.Todo por la paz en las calles
La operación, supervisada por el ministro de Seguridad Pública, Frank Alexis Abrego, dejó un inventario preciso: 6 pistolas, 4 revólveres, 1 fusil y 13 armas tipo pellet. Cada pieza menos representa una emergencia evitada, una familia más tranquila, un barrio con menos miedo. Para sostener el incentivo, el Estado destinó $15,860 en esta fecha, y el acumulado anual del programa ya supera los $235,000.
Abrego adelantó que el canje podría extenderse a David (Chiriquí) y repetirse en Colón entre finales de octubre y principios de noviembre, dependiendo del volumen de entregas. En seguridad ciudadana, la constancia manda: la efectividad llega cuando la comunidad sabe que habrá otra oportunidad de entregar, sin juicios ni etiquetas, con un beneficio directo para la mesa y la medicina de la casa.
Canje por paz: en 4 Altos retiran 24 armas y material explosivo. El ministro Frank Alexis Abrego lideró la jornada.La seguridad también se prepara para Portobelo
La agenda también se mueve con la fe. Con la caminata al Cristo Negro de Portobelo en puerta, el ministerio de seguridad prevé desplegar entre 300 y 500 unidades de la Policía Nacional a lo largo de la ruta. La coordinación incluye al alcalde de Portobelo y se enmarca en los preparativos de fiestas patrias, junto al Ministerio de Educación. Abrego, además, confirmó que participará a título personal en la caminata: “Siempre he venido y ese domingo caminaré con un grupo de amigos”.
Estos programas de canje reducen la disponibilidad de armas y municiones, desactivan conflictos impulsivos y disminuyen la probabilidad de accidentes domésticos. Si se sostienen con fechas regulares, puntos móviles y acompañamiento comunitario, el impacto se multiplica. En Colón, la gente habló alto y claro: menos plomo, más vida.







