En este Día de la Madre, Mi Diario habló en exclusiva con tres mujeres que combinan el uniforme con la ternura de ser madres: la capitana y abogada Cintia Campos, la subteniente Dalis Concepción y la sargento segundo y técnica de enfermería Evelyn Áviles.
Cintia Campos, con 11 años de servicio, trabaja actualmente en el departamento de asesoría legal, pero gran parte de su carrera estuvo dedicada a la niñez y adolescencia vulnerable en Darién y Chiriquí.
Durante la pandemia, vivió experiencias que marcaron su vida: recibió bebés recién nacidos cuyos padres quedaron en la trocha y acompañó a niños migrantes que habían perdido a sus familias.
“Hasta recibí un bebé de un día de nacido… uno siempre ve ese niño reflejado en el rostro del hijo de uno”, recuerda con la voz entrecortada mientras sus hijos, Cintia y Dylan, la rodean con lágrimas en los ojos.
Dalis Concepción con sus tres hijas, celebrando la unión familiar y el Día de la Madre.
Hija de Cintia Campos, 10 años.
“Me gustaría que mi mamá fuera eterna, pero sé que no lo va a ser. Mucha salud para ella, la quiero mucho, siempre me ha ayudado en las buenas y en las malas, siempre me ha protegido”.
Para la subteniente Dalis Concepción, 15 años de servicio significan sacrificio y amor.
Desde separarse de su primera hija para estudiar en Argentina hasta equilibrar sus funciones en la institución con la crianza de sus tres hijas —Sara, de 12 años; Saray, de 5; y la más pequeña, de 1 año—, su día inicia a las 5:30 a.m. y termina cerca de la medianoche.
“El poco tiempo que les queda siempre será para ellas… siempre para compartir y hacerlas sentir bien”, afirma con orgullo.
Hija de Dalis Concepción Sara, 12 años).
“Para mí es un orgullo, de tenerla ella como mamá. El Día de la madre no solamente se celebra el 8 de diciembre sino que son todos los días, porque ella todos los días me quiere y me dice algo lindo.”
La sargento Evelyn Áviles, con 14 años en la institución, ha trabajado en giras médicas, seguridad ciudadana y hasta como payasita y Tinkerbell para acercarse a los niños.
Ahora, en la clínica, puede dedicar más tiempo a sus dos hijas, Eliana, de 4 años, y Alice, de 1 año y dos meses.
“Mi mayor deseo es que siempre estén conectadas con Dios”, comenta mientras se abrazan con emoción.
Evelyn Áviles, Sargento Segundo.
“En mis misiones encontré niños que nunca habían visto un payaso… y me decían que yo era un grillo gigante, pero que era un grillo muy bonito.”
DATOS
Cintia Campos fue parte de la atención a niños migrantes separados o huérfanos durante la pandemia.
Subteniente Dalis Concepción estudió en la escuela de suboficiales de Gendarmería Nacional Argentina.
Sargento segundo y técnica de enfermería Evelyn Áviles se ha disfrazado de Tinkerbell y payasita para acercarse a los niños en comunidades con poca exposición a estos personajes.

