El primer día de la nueva legislatura arrancó con sabor a novela política, tensión en los pasillos y un vendaval de acusaciones que aún retumban en la Asamblea Nacional.
El diputado independiente Roberto Zúñiga, jefe de la bancada Vamos, no se guardó nada y soltó una bomba: señaló directamente al contralor general Anel Flores por supuestamente meter mano en la elección de la presidencia del Legislativo.
Según Zúñiga, Flores y su equipo, incluido el secretario general Ventura Vega, presionaron a diputados para que votaran a favor de Shirley Castañeda, la candidata respaldada por Realizando Metas y el PRD.
“Vi mucho movimiento de ellos entrando a la cafetería, hablando con algunos diputados, hablando por teléfono”, denunció el diputado, dejando claro que no fue un simple día de trabajo en la Asamblea.
El 1 de julio, la sesión arrancó tarde y con ambiente cargado. Se hablaba de presiones, ofrecimientos, y hasta amenazas para inclinar la balanza a favor de Castañeda, quien, dicho sea de paso, es abogada personal del expresidente Ricardo Martinelli quién condenado a 10 años y 8 meses de prisión por blanqueo de capitales
Pero, pese a los esfuerzos, el plan no funcionó. Jorge Herrera, del Partido Panameñista, se quedó con la presidencia con 37 votos, dejando a Shirley con 34.
Las imágenes de Shirley Castañeda visitando la Presidencia días antes y una foto donde aparece con Flores y Vega avivaron aún más las sospechas. ¿Casualidades? ¿Reuniones protocolares? Los diputados independientes no lo ven así.
Zúñiga calificó todo lo ocurrido como una “violación clara” a la separación de poderes.
“Tenemos que tener la soberanía de escoger al presidente que decida el pleno. No puede haber influencias de ningún otro órgano del Estado. Para eso está la Constitución”, recalcó.
El contralor Anel Flores, por su parte, negó las acusaciones. Aseguró que jamás presionó a nadie y contraatacó diciendo que tiene pruebas de cómo varios diputados le han pedido nombramientos para esposas, sobrinas y allegados. “Yo voy a divulgarlo”, advirtió.
Pero eso no fue todo. Flores fue más allá: aseguró tener información sobre un empresario que habría aportado dinero para que algunos votos se viraran hacia la bancada Vamos. Acusó a cuatro diputados sin dar nombres, y eso encendió aún más la mecha.
La respuesta no tardó. La diputada independiente Yamireliz Chong, desde su cuenta, le pidió al contralor que actúe y denuncie formalmente si tiene pruebas.
“Señor Contralor: ¡No más bochinches, exigimos acción y seriedad! Es preocupante observar cómo un funcionario de su altura y con tanta responsabilidad se dedique a difundir rumores en lugar de cumplir con su verdadero deber. Si usted tiene información tan grave sobre actos de corrupción, su obligación es actuar conforme a la ley y presentar las denuncias formales, en lugar de esparcir ‘lo que le dicen por ahí’. Recordemos que, por ley, todo funcionario que conozca de un delito tiene la obligación de denunciar. La ley es muy clara al respecto. El Pueblo Panameño espera que su actuar sea de acuerdo con la seriedad y el compromiso que su cargo demanda”, escribió.
Por su parte, Alexandra Brenes se preguntó qué hay detrás de tantos nombramientos hechos desde la Contraloría.
“El contralor ha declarado hoy que ha otorgado nombramientos ¿A cambio de qué? Y ¿por qué no denunció en ese momento? Ahora dice tener dossiers de diputados justo después de las votaciones del 1 de julio. El Ministerio Público debe investigar sus declaraciones, de oficio”.
Así, lo que empezó como una elección legislativa terminó en una guerra de acusaciones cruzadas, fotos incómodas y advertencias públicas. Y apenas va comenzando la legislatura.