El actual Gabinete del presidente “Nito” Cortizo está atornillado a “Gaby” Carrizo, un vicepresidente joven que quiere ser el candidato presidencial del PRD en 2024.
Desde que el hijo de Lajamina llegó al poder con su eslogan de “Buen Gobierno” hubo temas que delegó a su vice, incluso en privado y en público aseguraba: “Ese tema es de Gaby”.
Con esos ejemplos y con la salida abrupta de la canciller Mouynes, el Gabinete de Cortizo obedece a Carrizo. Prohibido olvidar el viacrucis de la exministra de Salud Rosario Turner.
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Esto solo pasa en Panamá, donde ya nadie cree que el presidente del taburete sea el que mande, sino el número dos del Palacio de las Garzas, quien se ha rodeado de ministros inexpertos y sumisos para allanar su candidatura presidencial sin que nadie le haga sombra y apadrinado por su jefe de campaña Nito Cortizo.
Mientras el vice se rodea de personajes misteriosos, construye mansiones para su familia y humilla a los que no son “yes man” en el Gabinete, el país va a la deriva sin empleos para las mujeres y jóvenes y con más tufo de corrupción que nunca.
