La historia de José Caballero con los Yankees de Nueva York tomó un nuevo giro en esta postemporada. El panameño, que había asumido el rol de campocorto titular por momentos durante la campaña regular, ahora ha cedido ese puesto al joven Anthony Volpe, quien volvió con fuerza a su posición original. Pero lejos de mostrar frustración, Caballero ha respondido con madurez, respeto y una sonrisa que refleja su profesionalismo.
“Estoy muy contento por él”, dijo Caballero sobre Volpe, quien ha bateado .333 en esta postemporada, con un doble, un jonrón y dos empujadas. “Lo necesitábamos en su mejor versión, y lo está demostrando”.
Durante los meses de agosto y septiembre, Caballero fue clave en la clasificación de los Yankees, cubriendo el campocorto en 12 partidos y aportando velocidad con 15 bases robadas desde su llegada el 1 de agosto procedente de los Rays. Cerró la temporada regular con promedio de .266, porcentaje de embasado de .372 y slugging de .456, consolidándose como el líder de bases robadas de la MLB por segundo año consecutivo.
Ahora, su papel ha cambiado: actúa como corredor emergente, suplente defensivo y bateador ocasional. Sin embargo, su actitud ha sido intachable. En un camerino donde la presión es constante, el panameño ha demostrado que el liderazgo no siempre se mide por turnos al bate, sino por la forma en que se enfrenta la adversidad.
Los Yankees, al borde de la eliminación ante los Blue Jays, valoran cada detalle dentro y fuera del campo. Y en ese terreno invisible del compañerismo y la entrega, José Caballero es uno de los pilares que sostienen al equipo neoyorquino.



