Changuinola, Bocas del Toro – Poco a poco, la vida comercial vuelve a latir en la Avenida Central de Changuinola, epicentro de la reciente tensión que sacudió a toda la provincia de Bocas del Toro. Aunque la reapertura de locales y el movimiento de personas dan señales de recuperación, el camino hacia la normalidad aún enfrenta obstáculos.
Desde la mañana de este miércoles, negocios de alimentos, ropa, ferreterías y otras actividades esenciales comenzaron a levantar sus cortinas, mientras funcionarios del Gobierno Nacional se desplegaron para brindar apoyo logístico y monitoreo. Un nuevo centro de control ha sido instalado en la zona para coordinar la atención institucional tras los disturbios y actos vandálicos que dejaron varias oficinas públicas afectadas.
La Gobernadora de Bocas del Toro confirmó que se están desarrollando operativos en comunidades golpeadas por la crisis. Senafront y Sinaproc están al frente de estas acciones, patrullando áreas clave y ayudando a despejar las vías con la remoción de vehículos incendiados o abandonados.
Además, continúan los vuelos humanitarios desde y hacia David, Ciudad de Panamá e Isla Colón, gestionados por el Servicio Nacional Aeronaval (Senan), en un intento por aliviar el aislamiento que sufren muchas familias en la región.
No obstante, no todo marcha sobre ruedas. En la terminal de transporte público de Changuinola, los conductores alzan la voz por un problema que podría paralizar por completo la recuperación: la escasez de combustible.
“Tenemos rutas listas para salir, pero no hay gasolina”, dijo un transportista que opera hacia Almirante. Según explicó, de las 15 rutas que normalmente circulan, apenas unas pocas lo están logrando gracias a reservas mínimas. El alto precio del combustible disponible complica aún más la situación.
Los choferes también denuncian que no pueden subir el precio de los pasajes, por lo que están operando con pérdidas. “No aguantamos más. Si no llega combustible pronto, se paraliza todo otra vez”, advirtió otro transportista en la fila de buses detenidos.
El llamado es urgente: los conductores piden al Gobierno que normalice el abastecimiento de combustible lo antes posible para evitar que la reapertura del comercio se vea truncada por falta de transporte.