El toque de queda impuesto en la provincia de Colón ha generado un fuerte rechazo entre los residentes, quienes consideran que esta medida no es la solución para detener la violencia que asola la región. Con más de 76 homicidios registrados en lo que va del año, las autoridades, junto al presidente de la República, José Raúl Mulino, han decidido tomar esta drástica acción. Sin embargo, los colonenses opinan que la medida solo traerá más problemas sin abordar las causas profundas del conflicto.
Ulises Green, un dirigente juvenil de la provincia, ha sido uno de los principales críticos de esta decisión. “El toque de queda no es la solución, es una medida que se ha implementado anteriormente y no ha dado resultados. En lugar de disminuir la violencia, solo afectará al turismo, a los comercios y a la vida diaria de los ciudadanos”, señaló Green.
El joven líder también destacó que la violencia en Colón no es un problema aislado, sino el resultado de años de abandono y falta de políticas preventivas. “Hay sectores específicos, como Altos de Los Lagos, La Feria e Irving Saladino, donde la violencia está muy arraigada. Las autoridades conocen estos problemas, pero siempre optan por la represión en lugar de la prevención”, expresó.
Green enfatizó que es necesario un cambio en la estrategia gubernamental. Propuso la creación de un plan de prevención integral, que incluya educación de calidad, oportunidades económicas y programas de apoyo que permitan a los jóvenes salir del ciclo de violencia. Según él, el toque de queda solo creará más dificultades para los trabajadores y para la reactivación económica de la provincia.
El abogado y diputado Ernesto Cedeño también se sumó a las críticas, señalando que el toque de queda podría ser inconstitucional. “Debería ser decretado por acuerdo de gabinete, ya que restringe una garantía fundamental como la libertad de movilización”, afirmó Cedeño.
Los residentes de Colón insisten en que la solución a la violencia no es la represión, sino la implementación de políticas de prevención robustas que aborden los problemas sociales y económicos que afectan a la provincia. Con un llamado a las autoridades locales, Green pidió que se trabaje en un plan que humanice a los jóvenes y les brinde herramientas para una transición segura hacia la adultez.