Los disidentes cubanos han dado un golpe sobre la mesa y apuntan directo a Bruselas. Más de 30 ONG y activistas opositores enviaron una carta a la Unión Europea pidiendo una revisión profunda del Acuerdo de Diálogo Político y Cooperación (ADPC), firmado en 2016. Según ellos, la política europea hacia la isla es “ineficaz” y sirve más para perpetuar la impunidad que para acercar cambios democráticos.
Berta Soler, de las Damas de Blanco, entre las voces que firman la carta.El documento, respaldado por figuras como Berta Soler, Orlando Gutiérrez-Boronat y Alina Bárbara López, denuncia que las libertades en Cuba siguen siendo criminalizadas y que los presos políticos aumentan en vez de reducirse. Por eso, piden que Europa pase a una política con “condicionalidad democrática”, es decir, ayuda sí, pero condicionada a avances verificables en materia de derechos humanos y democracia.
Los opositores rechazan la idea de que liberar a algunos presos o promover al sector privado sea un cambio real. Para ellos, son maniobras tácticas y reversibles del régimen. La exigencia es clara, sanciones a los violadores de derechos humanos, apoyo directo a la sociedad civil independiente y reconocimiento oficial de la existencia de presos políticos en Cuba.



