En Panamá, el ADN fronterizo poco se conoce y la mayoría de las veces llega hasta lugares inaccesibles para cumplir el ideal que tiene un ente de seguridad pública.
El Ministerio de Seguridad Pública actúa proporcionando elementos que contrarrestan la delincuencia en todos los sentidos, buscando penetrar el valor más fundamental que tiene un ser humano, que es “la vida y su familia”.

En las comunidades de bajos recursos y en ocasiones en los límites de nuestro país, muchos ciudadanos panameños y extranjeros han visto el ADN fronterizo a través de sus programas de prevención con los pobladores y en sus comunidades.
Y es que sus diferentes brigadas ubicadas estratégicamente en las provincias de Darién, Chiriquí, Bocas del Toro, así como en la comarca de Guna Yala e incluso su más reciente área de operación, el distrito de Chepo, incrementan la prevención y la atención social prioritaria con la juventud y con ello se hace un trabajo planificado en contra de la violencia doméstica y combatiendo de forma enérgica la microcomercialización de sustancias ilícitas.
Secciones como las de la Unidad Especializada en Asuntos de Niñez y Adolescencia (UEANA) del Servicio Nacional de Fronteras son un pilar fundamental, ya que a través de sus unidades visitan, dictan y proporcionan charlas de prevención no solo a los niños, sino a jóvenes y adultos sobre la importancia de la unión familiar y actualmente del daño que produce el consumo ilegal de drogas en la familia.
Labor
Muchas situaciones de prevención social hoy en día se proporcionan a través de la llamada al #104 del Centro de Operacional Nacional con la que cuentan todos los estamentos de seguridad pública del país reaccionando inmediatamente con todas las herramientas tecnológicas, siendo sus cámaras de atención ciudadana la columna fundamental del centro.
El Servicio Nacional de Fronteras, más allá de salvaguardar la vida de todos los ciudadanos combatiendo el delito transnacional, se enfrenta con valentía y dejando en cada área de operatividad alma y corazón a quienes más lo necesitan, incluyendo el ADN fronterizo, que es el encargado de velar por la seguridad y bienestar de todos los panameños en pro de construir una sociedad segura presente y futura.
Por: María Teresa Rodríguez