Indígenas gunas de la comunidad de Armila, en el corregimiento de Puerto Obaldía, comarca Guna Yala, rodearon simbólicamente esta mañana el cuartel del Servicio Nacional de Fronteras (Senafront), con la finalidad de exigir la salida del encargado del área.
El motivo es por el maltrato a que fueron sometidos recientemente dos moradores, en que presuntamente fueron apuntados con armas de grueso de calibre por parte de los integrantes de este cuerpo policial.
Informes provenientes del sector indican que los ciudadanos fueron golpeados, amordazados y encañonados con pistolas y fusiles, e incluso pretendieron que se lanzaran por un barranco.
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Destacan que esta es la segunda ocasión que ocurre este tipo de atropellos por parte de los miembros del Senafront, ya que en julio de 2021 dos moradores también pasaron por una experiencia similar, cuando los uniformados les exigieron los papeles de sus armas de cacería y al no tenerlos se los decomisaron.
En tanto, se pudo conocer que otras unidades de Senafront acantonados en Titiná llegaron a Puerto Obaldía como una forma de apoyo por si la situación llega a violencia.
Los indígenas piden que un teniente identificado como De Gracia sea trasladado del área para que haya paz y sosiego.
VERSIÓN DE SENAFRONT
Por su parte, en un comunicado, el Senafront aclaró sobre el incidente de esta manera:
“El Servicio Nacional de Fronteras informa a la ciudadanía sobre situación de protesta que se registró con algunos moradores de la comunidad de Armila, en la Comarca Guna Yala, donde se quejan de una de nuestras unidades del FRICONT (Fuerza de Reacción Inmediata contra el Narcoterrorismo) por maltrato a uno de sus habitantes”.
“Según los reportes que maneja el Servicio Nacional de Fronteras, durante un patrullaje en el área de Titina, se hacen procedimientos de control a personas que se encontraban armadas. Cabe señalar que en el área se están dando patrullajes constantes y acciones policiales continuas, con el propósito de asegurar una nueva ruta de migrantes y evitar que sean víctimas de robos, asaltos, violaciones, así como el tráfico ilícito de drogas entre otros delitos”.
“El Servicio Nacional de Fronteras es consciente de que estas acciones policiales pueden incomodar a ciertos sectores de la población, sin embargo, pedimos su colaboración ya que es determinante en el combate a las amenazas”.



