Desde la confirmación de casos de coronavirus en Panamá, el 9 de marzo, el Ministerio de Gobierno (Mingob) suspendió la visitas familiares en los centros peniteniciarios del país, solo podían llevarles los artículos de aseo personal y alimentos, pero sin tener contacto.
A pesar de que a lo interno de los penales se redoblaron esfuerzos para la atención médica de las personas privadas de libertad, extremando las medidas de higiene con geles alcoholados y la toma de temperatura para el personal administrativo y de seguridad que ingresa y sale de las cárceles, como medida de prevención y evitar el ingreso del virus, en la actualidad unas 38 privadas de libertad de los 91 casos que han sido reportados con contagio por Covid-19 en el Centro Femenino de Rehabilitación (CEFERE) serán reubicadas en un albergue hotel-hospital.
El Ministerio de Gobierno indicó que el lugar destinado para albergar estos nuevos casos, contará con seguridad por parte de la Policía Nacional (PN), miembros de la Fuerza de Tarea Conjunta (FTC) y custodios del Ministerio de Gobierno (Mingob).
LEA TAMBIÉN: Pacientes renales reciben tratamientos a pesar de disputa entre CSS y consorcio médico
En el Centro de Transición para jóvenes, se mantiene personal médico y de enfermería en horario de 7:00 de la mañana a 7:00 de la noche y una ambulancia, de requerirse el traslado de pacientes después de este horario se gestionará con el 911.
Por su parte, el Ministerio de Salud (Minsa) manifestó que respetando los derechos humanos a los privados de libertad se les está proporcionando alimentos, hidratación y áreas de recreo necesarias para salvaguardar su salud.
La población penitenciaria de Panamá es de poco más de 16 mil y las enfermedades más comunes tienen que ver con deficiencias respiratorias y asma.
Para el 14 y 16 de mayo está previsto que las autoridades de salud, en coordinación con el sistema penitenciario, realicen nuevas pruebas a los reclusos y reclusas que ya dieron positivo al contagio.



