En las investigaciones que adelanta la Sección de Homicidio/Femicidio de la Fiscalía Regional de Chiriquí todo parece indicar que Henry Alberto Quiel Pérez, de 19 años de edad, tuvo mucho que ver con la desaparición del profesor Eladio Serrud Garibaldo, de 49 años.

Fue visto por última vez en compañía del profesor en un bar en el distrito de Alanje.
En una cronología de los hechos, los familiares de quien hasta ahora se considera como desaparecido, salió de su casa, ubicada en el distrito de Boquerón el pasado domingo 25 de septiembre y más nunca regresó. Pero su carro fue visto al día siguiente transitando por las calles del distrito.
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Al día siguiente, el martes 27 de septiembre es encontrado el auto quemado en medio de unos cañaverales en el distrito de Alanje.
Las cámaras de seguridad ubicadas en el distrito de David lograron identificar que a bordo del automóvil se mantenían dos personas, una de las cuales presuntamente hoy se mantiene detenida provisionalmente, Richard Lezcano, de 22 años, imputado por los delitos de privación de libertad y robo agravado.
Una fuente que lleva las investigaciones indicó que el auto del profesor de Computación antes de ser quemado fue desvalijado, ya que los rines no los tenía y mucho menos el equipo de sonido, por lo que las autoridades presumen que fueron vendidos cuando las dos personas estaban en David.
Destaca la fuente que Henry vendió el celular del profesor en un local comercial propiedad de un asiático en David, quedando todo evidenciado en las cámaras de seguridad del establecimiento.
Se espera que en esta semana se realicen las diligencias de extracción de datos del celular (imágenes, llamadas y textos), que puedan dar indicios de lo que pudo haber sucedido días u horas antes de su desaparición.
¿Qué pasó con Serrud?
Aunque todo apunta a que el mismo fue asesinado, pues hay coincidencia con el cuerpo ubicado el 7 de octubre, a orillas del río Escarrea, en el corregimiento de Canta Gallo, distrito de Alanje, así lo indicaron testigos y familiares que llegaron el día del hallazgo.
Este semana que pasó viajó desde la ciudad capital un antropólogo forense del Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses, para analizar a los restos encontrados, ya que por su estado, no se logró identificar a primera vista.
Las investigaciones avanzan, pero aún quedan por esclarecer algunos puntos, en torno al móvil, y a la comparecencia que deberá hacer Henry Quiel a las autoridades para que logre explicar qué pasó después de esa noche en donde compartieron amenamente los dos en un bar. Para uno de ellos fue la última vez y ahora el otro no aparece, ya que aunque se le ha buscado en Alanje en donde vivía no existen rastros de él.