El Dr. Naim Dahdah, reconocido médico internista, alertó este martes sobre las limitaciones del ayuno intermitente, destacando la importancia de considerar la salud individual y los objetivos personales antes de adoptar esta práctica. El experto en antienvejecimiento y fundador de D-Clinik, durante una declaración en Miami, explicó que el ayuno intermitente es una herramienta poderosa con beneficios metabólicos, pero no es adecuada para todas las personas.
El Dr. Dahdah señaló que el ayuno intermitente no es simplemente pasar hambre, sino una práctica que requiere precaución. Entre los grupos que deben tener especial cuidado, mencionó a personas con desnutrición, adultos mayores frágiles, mujeres embarazadas o en periodo de lactancia, así como niños y adolescentes en desarrollo.

Además, el ayuno intermitente no es recomendable para pacientes con insuficiencia suprarrenal, fatiga crónica, diabetes con hipoglucemia frecuente y problemas digestivos como gastritis o síndrome de colon irritable. El Dr. Dahdah enfatizó la necesidad de una evaluación médica previa en estos casos y otros similares.
El Dr. Naim advirtió sobre los riesgos de consumir azúcar, harinas o frituras después de un periodo prolongado de ayuno. “Esto causará un pico muy grande de azúcar y, por lo tanto, no se obtendrán los beneficios metabólicos buscados. Simplemente, será todo lo contrario”, explicó. En cambio, sugirió romper el ayuno con proteínas, grasas, vegetales y colágeno para mantener la función metabólica.
6. Ayuno intermitente
— MentalidadFeroz (@MentalidadFeroz) September 10, 2024
Cuando comes dentro de un período de 4 a 8 horas al día, le das un descanso a tu sistema digestivo.
Tendrás:
•Claridad
•Más energía
•Menos antojos
Pregúntele a su médico antes de ayunar. pic.twitter.com/d72uEn5ZnG
Durante el ayuno, el cuerpo necesita un descanso digestivo que permite la autofagia, un proceso de reciclaje de células dañadas y envejecidas para regenerarlas y mejorar la función cognitiva y los niveles de energía. El Dr. Dahdah explicó que, aunque el cortisol es la hormona del estrés, también es esencial para la supervivencia. Un ayuno correcto eleva levemente el nivel de cortisol, lo que permite al cuerpo utilizar energía a través de la glucosa y las grasas.